Una vez te pregunté algo, ni me acuerdo de qué. Me miraste sorprendido y contestaste: "Que pasa? Que aún no sabes como soy?" Te miré, admitiendo que tenías razón. Hoy me doy cuenta, volviendo a darle vueltas; no es que no sepa como eres, es que tú no lo tienes claro. Decías que en esa época eras feliz pero no lo sabías. Igual ahora eres feliz y tampoco lo sabes. Mírate, lo tienes todo. Hipócrita? Sí, ese es solo uno de los millones de defectos que tienes. Que yo también los tengo, pero aprendo a vivir con ellos y no pego puñetazos a las paredes cuando no me gustan las circunstancias. Igual que aprendo a vivir contigo, tú y tu bipolaridad, yo y mis cosas claras. Y tus preocupaciones, y tus cambios de humos. Hay algo de ti que no sé, y que seguiré sin saber el resto de mi vida, es la razón. La razón por la que eres así. El lado malo de ese así, es que te quiero a morir por ser como eres, porque no se como lo hago pero me pierdo en los ojitos azules cada vez que los miro. A mí esto me superó hace mucho tiempo.
365 días son mucho tiempo, procura no olvidarlo nunca.

viernes, 12 de noviembre de 2010
Porque aunque no sepas donde vas, siempre es mejor no ir sola.
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