Porque apesar de todo somos casualidad, y todo vale lo que puedas pagar. Y te das cuenta de que tu película se está acabando sin un final, pero la línea es cara y no la quieres cruzar. Cada milímetro es una puta prisión, pero ninguna lágrima es verdad, lo dice aquella vieja canción. Que tus prioridades las estableces tú y solo tú, y para conseguir tu propia felicidad tienes que ser egoísta. Tus recuerdos van sonando a despedida: después de todos estos años, y después de tanto tanto daño y haber perdido mi sonrisa a tu costa, me doy cuenta de que todas esas mierdas me son igual, te quiero. Escribe ahora, que tienes tanto. Que porqué escribo? Pues no lo sé, espero que sea la forma de acabar entendiéndome a mí misma que es lo más incierto y difícil que me he llegado a proponer nunca.

Por que te seguiré esperando.
Y sabes que es lo peor de todo? Que ya lo sabes.
Atentamente, la niña que hacia lo que fuese, solo por verte los cinco minutos que me cambiaban el puto día, no lo olvides nunca por favor.
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